sábado, 4 de junio de 2011

“American History X” (1998): El odio es una carga.

El director Tony Kaye nos muestra una película en donde el odio racial y la redención familiar se roban el protagonismo, una película a la vieja usanza, en donde lo importante es dejar una moraleja.

Derek Vinyard (Edward Norton) es un frío skinhead que asesina a dos afroamericanos por intentar robarle su auto, es enviado a prisión en donde cambia radicalmente su ideología, pero lo que no espera es que al salir vea que su hermano menor (Edward Furlong) está siguiendo sus pasos.

La historia transcurre en dos días, de los cuales los personajes van teniendo ciertos flashbacks (en blanco y negro para darle cierta sensación de recuerdo) en los que se explican los acontecimientos del cambio de Derek, en un antes, un durante y un después de la cárcel.

Es increíble ver como una persona es capaz de perder los estribos por una ideología que defienden a capa y espada, para que luego se den cuenta que luchaban para generar odio y que ya después de haber hecho tanto daño, queda una cicatriz de la cual van a quedar arrepentidos, como el mismísimo Derek lo da a entender al ver que su esvástica tatuada en su pecho no es más que un doloroso recordatorio de sus caótica vida pasada.

Es una película para personas con mente abierta, el director no trata culpar a nadie, solo retrata una realidad palpable. La recomiendo a aquellos que prefieren ver un cambio en los personajes y que les guste ver hasta lo que es capaz un hombre cegado por el odio.


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